lunes, 18 de octubre de 2010

Día #1




Acabo de terminar mis maletas. Empaqué ropa suficiente para dos semanas en las que Ella y yo tedremos tiempo para pensar en lo que queremos. Oficialmente desde hoy y durante dos semanas al menos, estoy soltera. "Puedes coger con quien quieras" me dijo Ella, aunque más bien me sonó a "Voy a coger con quien quiera".


Esto de "darnos un tiempo" me parece una reverenda pendejada, una forma de evadir la decisión que muy en el fondo ya se tiene tomada. Dio tanta lata con eso que aquí estoy, empacando para mudarme con una pobre incauta que ni la debe ni la teme, durante dos semanas enteras. Ah porque Ella quiere "estar sola, saber qué es lo que significa no encontrar a nadie al llegar a casa, cocinarse y hacerse todo sola". Cualquiera diría que soy el ama de casa perfecta excepto porque nunca llego antes de las 7pm (cosa que me recrimina constantemente), prácticamente cenamos cereal todos los días y no lavo ni plancho ni aunque me quemen los pies. Sus justificaciones suenan a excusas para coger con quien quiera bajo la protección del tiempo fuera. Y yo que estoy incapacitada para besar a cualquiera y que sólo puedo coger cuando confío. Son chingaderas.


¿Yo que siento? Veamos. Enojo, coraje, rabia, cinismo venenoso. Me causa gracia que esté tan convencida de que "vamos a volver" cuando yo lo único que quiero es reventarle los vidrios a su carro con un bat de beisbol.


¿Y a qué viene todo esto de la ruptura repentina? De entrada me mintió para cogerse a otra. De salida los 4-5 años juntas nos matan de aburrimiento. Eso es todo.

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