viernes, 11 de septiembre de 2009

Roce



Once de la mañana. Estoy sentada en mi cubículo concentrada en mis pendientes. De pronto un roce. Un simple roce. Se acerca a -no lo recuerdo claramente- preguntarme/pedirme/decirme algo del trabajo y durante un segundo que parece eterno acaricia "accidentalmente" mi brazo con el suyo.
Una descarga recorre mi piel alcanzando mi entrepierna, erizando mis pezones.
Viajo a miles de kilómetros al lugar donde sus manos y labios me llevan...

y sin embargo, de regreso en la realidad, mi corazón sigue en el mismo lugar.

4 comentarios:

  1. "al lugar donde sus manos y labios me llevan".. woow! qué cosa tan más sensual!

    pues heme aquí para contarte y/o explicarte lo que es el pensamiento feliz.

    es ese que me hace levantarme en las mañanas con una sonrisa, descubriendo que es mi primer pensamiento del día y el último al dormir, es la ilusión de un anhelo no cumplido e imposible, pero que día a día y noche a noche me roba las sonrisas y me recuerda qué aún hay algo que me hace feliz...

    utopía pura, pues.

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  2. Hola amiga,

    Son mis ganas, curiosidad e imaginación las que hablan.

    Oye, y en cuanto al pensamiento feliz, es algo así como una filosofía o es en realidad un pensamiento ocasionado por alguien? Estás enamorada?

    Muchos muchos abrazos!

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  3. ay amiga qué te diré???

    ni yo sé bien qué es lo que siento... es más bien un estado de letargo en el que aceptas resignadamente que sólo se vale ver pero no tocar, ni siquiera imaginar. ¡vaya! no es nada que desencadene mis más bajas ni altas pasiones, ni ningún pensamiento erótico, es sólo que su presencia me hace sonreir..

    creo que ando cantinfleando y no me expliqué nada, verdad amiga??

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  4. ¡Amara linda!

    Qué me has pasado el antojo...

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