viernes, 3 de diciembre de 2010

Malditas recaídas


“Me hiere el ruido de los automóviles.
Perdí mi oxígeno y mi voluntad.
Mientras avanza el dolor un kilometro más
yo me quedo y tú te vas.
En esta noche de estrellas inmóviles
tu corazón es alérgico a mí;
no late ni por error
un milímetro atrás,
respiro en un congelador y no saldré jamás.

Ya no curaré tu soledad
cuando duerma la ciudad.
No estaré para oír
tus historias tontas.
No, porque tienes miedo de sentir,
porque eres alérgico a soñar.
Y perdimos color
porque eres alérgico al amor.

Voy caminando en tormentas eléctricas
buscando algún territorio neutral
donde no escuche de tí,
donde aprenda a olvidar,
a no morir y a no vivir
tan fuera de lugar.

Ya no curaré tu soledad
cuando duerma la ciudad.
No estaré para oír
tus historias tontas.
No, porque tienes miedo de sentir,
porque eres alérgico a soñar.
Y perdimos color...

Sabes, no voy a cuidar tus pasos.
No te puedo defender de tí.

Ya no curaré tu soledad
cuando duerma la ciudad.
No estaré para oír
tus historias tontas.
No, porque tienes miedo de sentir,
porque eres alérgico a soñar.
Y perdimos color
porque eres alérgico al amor”.

Alérgico al amor. Anahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario