
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Sin título

martes, 24 de noviembre de 2009
martes, 29 de septiembre de 2009
Cursi sin remedio

martes, 22 de septiembre de 2009
Sin título

martes, 15 de septiembre de 2009
Haciéndole lugar a la tentación

Levantas la cara de la computadora. Parece que he despertado tu interés. Tal vez te levantes de la silla y vengas a tocarme.
Tal vez me avientes contra la cama y me cojas como si necesitaras ahogarte en mí, desesperada, ansiosa.
Tal vez vengas y bailes conmigo y me acaricies la espalda y el cabello húmedos.
Tal vez me empujes contra la pared y me uses como a una desconocida, como si mi nombre no fuera Amara, sino Brigitte -la prostituta francesa de nuestras fantasías-, como si no hubieran pasado más de cuatro años desde aquella primera y clandestina vez.
Vuelves tu vista a la computadora. -Debes apurarte, tenemos que pasar por Ana- es tu respuesta a mis insinuaciones.
Chingado! Si ni una vieja encuerada, ganosa y dispuesta te despierta las ganas, no imagino qué te las puede despertar.
Grrr
viernes, 11 de septiembre de 2009
Roce

miércoles, 26 de agosto de 2009
Bonitos 29

viernes, 14 de agosto de 2009
Déjà connue

martes, 28 de julio de 2009
Antojada

jueves, 23 de julio de 2009
Rodillas débiles

martes, 21 de julio de 2009
Expectativas

viernes, 17 de julio de 2009
Tentaciones

domingo, 12 de julio de 2009
AcosaDOR

Cabe mencionar que en mi trabajo soy seria y reservada. Saludo con cortesía pero es todo. No me gusta quedarme a platicar por ahí. Había notado que él era, digamos, peculiar. Trataba de sacarme plática pero de una forma medio hostigadora, medio, ¿cómo decirlo amablemente? No sé, rara.
Al poco tiempo de mi respuesta recibí otro email lleno de faltas de ortografía preguntándome por qué soy seria/cortante/poco platicadora -que alguien hable con él, es una pésima idea tratar se acercarse a alguien agrediéndole- y afirmando que le gustaría ser mi amigo y conocerme.
Por obvias y lesbianas razones no tenía, ni tengo, ni tendré las más mínimas intenciones de salir con él, pero no sabía cómo decirlo amablemente, así que demoré mi segunda respuesta. Media hora después recibí otro email en los mismos términos, con las mismas insoportables faltas de ortografía pero hablándome de usted. Tampoco lo contesté. Una rato más tarde otro más, pero ahora disculpándose por ser tan directo/atrevido e insistiendo en sus deseos de ser mi amigo y de tener mi número telefónico.
Cuatro emails en dos horas. CUATRO. Al buen entendedor pocas palabras. Me decidí a detener su insistencia mandándole amablemente por un tubo y explicándole que la amistad surge con el trato, no se busca. El colmo, se ofendió. Me mandó un último email –ahora más breve- disculpándose nuevamente y diciendo que entendía –seguro- mis razones.
Me lo topé horas más tarde y me miró con expresión herida. ¡¿Quién te pidió que te acercaras completo desconocido?! Quisiera que se me notara más lo lesbiana.
lunes, 6 de julio de 2009
Happy Birthday to me!!!

Me gusta mi cumpleaños. Soy como un niña, es mí día. Tengo una cochina tendencia a cuidar a la gente pero ese día no. Es el día de ir a desayunar a mi lugar favorito y de comer pastel de chocolate, aunque a nadie más que a mí le guste. Es el día en que la gente especial de mi vida me llama o me mensajea para felicitarme.
Este domingo hice todas las cosas que me gusta hacer en mi cumpleaños pero el resto del fin de semana fue un reverendo caos -como todo lo que se planea-: tuvimos un problema con la tubería de la regadera por lo que pasamos el fin de semana sin agua para bañarnos, mendigando una regadera; el aire acondicionado tuvo algunas fallas, así que padecimos el calor por momentos; hubieron elecciones, y por supuesto, ley seca desde las 12 de la noche del sábado -maldito rancho retrógrada-; maravillosamente me cayó un amigo gay de visita, lo malo es que venía con una ex-compañera de trabajo ultrarreligiosa, ultrahomofóbica y ultraignorante de nuestras preferencias "especiales", por lo que como un favor a él tuvimos que escondernos en el clóset por un tiempo.
Por lo demás lo pasé muy bien. Vientinueve no es tan mal número después de todo.
viernes, 3 de julio de 2009
Lady Burton

Hoy no sé

sábado, 27 de junio de 2009
Mujer maravilla

Sin título #2

viernes, 26 de junio de 2009
"...Viajar a Calcuta... ¡volverme bien puta!"

Cochinos aprendizajes culturales. Por años creí que coger sin amor era impensable, imposible, horroroso, horripilante. Años enteros perdidos. Eso sí que es horroroso.
Si el karma me lo permite y no termino reencarnando en cucaracha -lo que sea menos cucaracha o político, que para el caso es lo mismo- voy a ser una puta con mucha voluntad. Voy a coger con montones y montones de desconocidas -lesbiana hasta la reencarnación, eso que ni qué-, voy a acariciar y saborear cuerpos de todos los colores y sabores, voy a llenar mis noches de pasión, de calor y de sudor; voy a guardarme los sentimientos para después y a tirar a la basura las enseñanzas de mi amada madre; mi uniforme serán un par de tacones de aguja y medias negras de red.
jueves, 25 de junio de 2009
29

martes, 23 de junio de 2009
Sin título #1

de los árboles derribados, del viento de los huracanes,
de las asechanzas del rayo, de los ríos desbordados,
de los hombres y de las fieras.
rendija se cuela el aire de la muerte? ¿Qué hongo de las
paredes, qué sustancia ascendente del corazón de la tierra
es la muerte?
¿Quién me untó la muerte en la planta de los pies el
día de mi nacimiento?"
lunes, 22 de junio de 2009
Corazones en cachitos

Me parece que la música dice mucho de la persona que la escucha. En mi caso dice, por ejemplo, que me encanta cortarme las venas, desgarrarme las vestiduras, tirarme al drama pues. Por eso y por el puro y exhibicionista afán de compartir un poco de mí, les paso una muy muy muy breve lista de las canciones que de un modo u otro, me acarician el corazón –sí, hasta las más "nacas" lo logran-.
Favorita de toda la vida, de todos los tiempos: Adagio en Gm, Albinoni
Para ahogarse en llanto: Pero no te extraño, Liliana Felipe
Qué miedo enamorarse: Ah, fors'e lui, La Traviata, Maria Callas
Triste, triste, triste: Después de ti, Alejandro Filio
Reproche adolorido: Aprendiz, Malú
El placer de tener la razón: Un año de amor, Luz Casal
Para ponerse hasta el moño: Amigo mesero, Conjunto primavera
Para coger: ¿Y el amor?, Eugenia León
El drama en todo su esplendor: Nostalgias, Eugenia León
Piel de gallina: Lacrimosa, Réquiem, Mozart
Salud por las decisiones postergadas pero definitivas: Amarga Navidad, Lila Downs
Tú te lo pierdes –pero mejor no te vayas-: La diferencia, Juan Gabriel
Sexy. Punto. Lía, Ana Belén
Ni falta que hace entender lo que dice: Negra sombra, Luz Casal
Deliciosa y sensual: Con la frente marchita, Adriana Varela
Qué mujer. Mala, Susana Zabaleta
Para sentarse a llorar en la banqueta: Borrachita, Regina Orozco
Sufre móndriga: Como tú, Lupita D'Alessio
No me gustan las mujeres

Yo no sé si estoy loca o qué, pero hoy me he dado cuenta de algo: no me gustan las mujeres, me gustan las lesbianas. Y es que las lesbianas -con sus excepciones, claro- tienen cierta "entronería", fuerza, seguridad e independencia que me parece tremendamente sensual.
No me malentiendan, tengo amigas bugas maravillosas, realmente especiales, es sólo que no lo saben. Tienen miedo a estar solas pero no por la soledad en sí, sino por temor a no adquirir el valor y reconocimiento que una relación con un hombre les da -de nuevo, vivan las excepciones-.
Esta "cosa" lesbiana tan sexy no es una cuestión de qué zapatos usar, o de maquillarse o no, o de usar el cabello largo o corto; es más bien una forma de presentarse ante el mundo diciendo: "Aquí vengo y al que no le guste, que mire hacia otro lado".
Me gustan, me encantan las lesbianas.
jueves, 18 de junio de 2009
Malditos comerciales de leche Nido

lunes, 15 de junio de 2009
Hubiera

sábado, 13 de junio de 2009
¿Cómo?

viernes, 12 de junio de 2009
Inconformidad crónica

lunes, 8 de junio de 2009
De quejas y quejidos

domingo, 7 de junio de 2009
Tregua

"No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de
convencer a otra persona es indecoroso, es atentar contra
su libertad de pensar o creer o de hacer lo que le dé la
gana. Yo quiero sólo enseñar, dar a conocer, mostrar, no
demostrar. Que cada uno llegue a la verdad por sus propios
pasos, y que nadie le llame equivocado o limitado. (¡Quién
es quién para decir "esto es así", si la historia de la
humanidad no es más que una historia de contradicciones y
de tanteos y de búsquedas?)
Si a alguien he de convencer algún día, ese alguien ha de
ser yo mismo. Convencerme de que no vale la pena llorar, ni
afligirse, ni pensar en la muerte. "La vejez, la enfermedad
y la muerte", de Buda, no son más que la muerte, y la muerte
es inevitable. Tan inevitable como el nacimiento.
Lo bueno es vivir del mejor modo posible. Peleando, lastimando,
acariciando, soñando. (¡Pero siempre se vive del mejor modo
posible!)
Mientras yo no pueda respirar bajo el agua, o volar (pero de
verdad volar, yo solo, con mis brazos), tendrá que gustarme
caminar sobre la tierra, y ser hombre, no pez ni ave.
No tengo ningún deseo que me digan que la luna es diferente
a mis sueños".
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Hemos firmado una tregua. Que dure mientras dure.
jueves, 4 de junio de 2009
Cuando tengas ganas de morirte

miércoles, 3 de junio de 2009
Nomás un ratito te voy a pelar

domingo, 31 de mayo de 2009
Te lo debo a tí

viernes, 29 de mayo de 2009
Ojos que no ven, corazón que no siente

Las señales están ahí, obvias para el que las quiere ver, invisibles para el que no.
jueves, 28 de mayo de 2009
Pero no te extraño

miércoles, 27 de mayo de 2009
En cueros

Puñalada trapera

martes, 26 de mayo de 2009
Púrpura

lunes, 25 de mayo de 2009
Null

5:30 p.m. ¡Aleluya! Me dirijo hacia la puerta de salida. Mi día empieza ahora. Le “regalé” una hora extra de mi vida a la empresa para la que trabajo pero eso no importa ahora, ¡soy libre!
5:33 p.m. Llego a mi automóvil. Me duele la cabeza, me siento cansada y deprimida. Mi auto tiene huellas de lluvia y el sol empieza a esconderse. Llovió y no me di cuenta. El sol, que tampoco vi salir, se oculta ahora. Tengo ganas de llorar. No puedo, tengo que picarle al botón que decidirá si mis pertenencias deben o no ser revisadas antes de marcharme a casa.
sábado, 23 de mayo de 2009
Se pronostican heladas...

- Siento como que se enfrió la relación.
Me quedé callada. ¿Cómo podría responder a una afirmación así? Si una semana de distancia es capaz de enfriar una relación entonces me parece que la mentada relación sufre de un problema crónico de hipotermina.
Tenemos 4 años juntas y compartimos cama y casa desde hace un poco más de uno. Es cierto que en sus inicios lo nuestro fue excitante como todo aquello que no se supone que se haga. Luego la prohibición se acabó y tuvimos la suerte de amarnos plenamente, al menos eso pensaba yo hasta que meses atrás, me comunicaste que se te habían mudado las mariposas -seguramente en busca de otras entrañas que invadir- y ya no sabías cómo seguir sin ellas.
Yo muy zen y muy "terapeada" inhalé profundamente. Recordé entonces lo que un montón de cortaditas en el corazón me habían enseñado tiempo atrás: nadie es de nadie. Te dije que eras libre de agarrar tus triques e irte pero no quisiste. Dijiste que era una cuestión de ignorancia, no de falta de amor y que la sola intención de permanecer a mi lado, a pesar de la ausencia de insectos en tu interior significaba ya un cambio. Nuestra vida juntas continuó.
Hace dos meses tomé una de las decisiones más duras de mi vida: dejarlo todo por acompañarte en tu ruta. En un principio, me aterraba la idea de dar hasta quedarme sin nada, pero de algún modo escondí ese miedo en lo más profundo de mí y te seguí voluntaria y conscientemente.
Recién pasamos una semana separadas, la primera de nuestra vida juntas, la primera semana tuya sola, en años. A mí me dolió la distancia y a tí te sorprendió que no te doliera tanto como esperabas. Mi cuerpo tenía sed de acariciarte, de besarte y el tuyo estaba frío, lejano.
Hoy me dices que 5 días le bajaron la temperatura a nuestro amor y aquel temor oculto surge oscuro, asfixiante. Resuenan en mi mente las palabras de mi amiga Vera que sufre los tormentos de su propia ella: "¿Será que esto es lo único que hay?".
Por favor no me hagas pensar porque por pura coherencia, voy a tener que obedecer las reglas que yo misma me he impuesto y la verdad, no quiero hacerlo.