
Escucho música sexy bajo el ruido del agua. Salgo de la ducha. Me siento fresca y renovada después de un baño tibio. Estás trabajando a media luz frente a la computadora. Aprovecho el soundtrack y te bailo en cueros mientras me embarro crema por todo el cuerpo: los hombros, los brazos, el pecho, las nalgas, las piernas. Despacio. Quiero que las ganas se te alboroten como a mí. Quiero que me acaricies como yo lo hago.
Levantas la cara de la computadora. Parece que he despertado tu interés. Tal vez te levantes de la silla y vengas a tocarme.
Tal vez me avientes contra la cama y me cojas como si necesitaras ahogarte en mí, desesperada, ansiosa.
Tal vez vengas y bailes conmigo y me acaricies la espalda y el cabello húmedos.
Tal vez me empujes contra la pared y me uses como a una desconocida, como si mi nombre no fuera Amara, sino Brigitte -la prostituta francesa de nuestras fantasías-, como si no hubieran pasado más de cuatro años desde aquella primera y clandestina vez.
Vuelves tu vista a la computadora. -Debes apurarte, tenemos que pasar por Ana- es tu respuesta a mis insinuaciones.
Chingado! Si ni una vieja encuerada, ganosa y dispuesta te despierta las ganas, no imagino qué te las puede despertar.
Grrr
Levantas la cara de la computadora. Parece que he despertado tu interés. Tal vez te levantes de la silla y vengas a tocarme.
Tal vez me avientes contra la cama y me cojas como si necesitaras ahogarte en mí, desesperada, ansiosa.
Tal vez vengas y bailes conmigo y me acaricies la espalda y el cabello húmedos.
Tal vez me empujes contra la pared y me uses como a una desconocida, como si mi nombre no fuera Amara, sino Brigitte -la prostituta francesa de nuestras fantasías-, como si no hubieran pasado más de cuatro años desde aquella primera y clandestina vez.
Vuelves tu vista a la computadora. -Debes apurarte, tenemos que pasar por Ana- es tu respuesta a mis insinuaciones.
Chingado! Si ni una vieja encuerada, ganosa y dispuesta te despierta las ganas, no imagino qué te las puede despertar.
Grrr
¡Chale!
ResponderEliminar¿Cómo ahi qué? Yo creo que habrá que comenzar a reconsiderar, digo 4 años ni son tanto...
y luego con eso de que no faltan las acomedidas...
Besos medios calenturientos...
bueeeno calenturientos,
muah!
En este preciso momento me pregunto lo mismo: ¿y aquí qué?
ResponderEliminar¿Qué será lo que me falte? ¿Ovarios? ¿o nomás me sobrará pendejez? A veces me enojo seriamente conmigo.
Jaja me hicieron el día tus besos calenturientos.
Besos iguales para ti :)